No hay estrella que tenga más valor para un
restaurante que la pasión que pone su cocinero en cada plato que elabora. Y
esta inmaculada virtud es algo tangible, que el cliente percibe hasta en los
pequeños detalles, como el Consomé aromatizado (un sabroso caldo de gallina
vieja) para el recién llegado en estos fríos días de invierno.
Así es todo en la nueva propuesta
gastronómica del Restaurante Alborada (Paseo Marítimo Alcalde Francisco
Vázquez, 25 - A Coruña), que no presume de estrella Michelin sino de todos los
productos que ofrece el maravilloso Atlántico (que casi besa los inmensos ventanales
del establecimiento) que, de la mano de Iván Domínguez y su fiable equipo
detrás (con Michele a la cabeza), los transforman en creaciones mágicas,
sorprendentes, difícilmente mejorables.
Una oferta de nuevo menú y una nueva forma de acercarse al cliente; una
idéntica manera de presentar productos de proximidad siendo próximo con el
comensal. Y esta interpretación de cercanía con quien nos da de comer es algo
que siempre se agradece, que habla de humildad en el servicio aunque se trate
de notables cocineros como es el caso. “Pretendemos hacer una cocina
creativamente sencilla, que no engañe, con platos legibles”, nos confiesa Iván,
y eso está a la vista a lo largo de su larga propuesta culinaria, donde no se
disfraza ninguno de los sabores del producto primario, pero a la vez todo se
combina de manera magistral con ingredientes que acompañan en sabor y color a
la materia prima principal.
Salpicón de zamburiña |
Así, el viaje gastronómico se inicia con unos
“petiscos” conformados por un Salpicón de zamburiña, un Paté de bacalao y una
memorable y espectacular Merluza lañada en salsa verde.
Merluza lañada en salsa verde |
Una auténtica
maravilla, tanto en su punto de cocción como en su textura y explosión de sabor
en la boca. Todo esto acompañado de un vermú gallego y resultón (Petroni).
Ostra del Eo tibia, acompañada de Porco Landrán y puré de limón asado |
El itinerario continúa a través de una Ostra
del Eo tibia, acompañada de Porco Landrán y puré de limón asado, otra exultante
combinación de sabores que armoniza con un vino de la Tierra de Betanzos, el
blanco legítimo Os de sempre 2014. Luego, unos Mejillones cocidos con brócoli y
coliflor, servidos en una salsa emulsionada de bivalvos que se acompaña con el
Rías Baixas Albamar 2014. De ahí pasamos a otra de las elaboraciones
fácilmente reconocibles en la cocina de Iván Domínguez, un Jurel asado y
ligeramente ahumado con romero, zanahorias mini y emulsión de berzas picantes.
Una creación sublime, deliciosa y a la vez ejemplarmente sencilla que,
siguiendo las recomendaciones de su sumiller, maridamos con un Viña Gravonia
del 2005, un coupage de Viura y Malvasía con D.O. Rioja.
Jurel asado y ligeramente ahumado con romero, zanahorias mini y emulsión de berzas picantes |
Rubio guisado en crema de clementinas, espárragos silvestres y brotes de berro |
Pero si ya creíamos haber llegado al cielo,
Iván vuelve a sorprendernos con su otra nueva propuesta, un Rubio guisado en
crema de clementinas, espárragos silvestres y brotes de berro. Conjunción de
sabores de mar y tierra que en la boca estalla como una sensación única y
agridulce, una armonía perfecta de ternura, cítricos y con un amargor que
redondea este plato, uno de los más celebrados a juicio de este mero cronista. Entrando en la recta final de este momento
lúdico y con la novedad de contar con Iván en la sala, perfilando los últimos
toques del plato siguiente, se nos ofrecen unas Crestas de gallo celta
estofadas, erizos y crema tostada de pimientos secos y chocolate, nueva muestra
de un cocinero inquieto que siempre busca los productos de su tierra para
llegar al destino final. Aquí, el vino elegido es el Ribeira Sacra Lalama
cosecha 2011.
Crestas de gallo celta estofadas, erizos y crema tostada de pimientos secos y chocolate |
Y como no podía ser de otra manera en el
tiempo que estamos, hace irrupción una Lamprea del Ulla en guiso suave de vino
tinto con puerro asado; otra forma de romper con la característica oferta de
este producto del mar y del río, que confirma tanto su estacionalidad como la
versatilidad que de él consiguen los que saben en los fogones. A Torna dos Pasás
2012, un Ribeiro singular elaborado a base de las variedades Sousón y
Brancellao es el contrapunto para un plato sugerente, rico en sabores, equilibrado
y donde el producto se saborea con placer y sin temor a la consabida
potencialidad de la carne de la lamprea.
Pero como todo lo bueno llega a su fin,
llegamos al momento más dulce, donde nos ofrecen una Tarta de la Abuela de
chocolate, vainilla y galleta pero bajo un continente tan atractivo como
sorprendente, una visión casi redonda para un postre que aquí deja de lado los
clasicismos y que gana en frescura. Tal final no merecía otro maridaje que un
Porto, en este caso un excepcional Quinta Seara d’Ordens de 10 años.
Un buen café y una extensa y agradable
tertulia en compañía de Iván Domínguez y Anxo García (uno de los socios
responsables del Grupo Alborada) nos dejan algunas reflexiones como que toda la
propuesta del nuevo menú del establecimiento está pensada y realizada a partir
de productos exclusivamente gallegos; que se trata de una oferta gastronómica con
distinguibles guiños personales del autor; que el responsable de cocina se
encuentra en un magnífico momento de su evolución profesional y que además
cuenta con la inestimable colaboración de un equipo insustituible y de la
dirección del establecimiento para desarrollar una cocina diferente pero tan
sencilla como sabrosa a la vez.
“Viendo este mar que tenemos aquí mismo la idea es recoger con nuestras
manos todo lo que nos ofrece y entregárselo a nuestros comensales, solo de eso
se trata”, confiesa Iván Domínguez. Damos fe de ello.
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