Autora de la entrada: Martina Vicente (La ALACENA Roja).
Hemos tenido la oportunidad de asistir al showcooking que, dentro de la programación de ‘Come o Mar’, se celebró en la Plaza de Abastos de Vilagarcía. Si ya es de por sí todo un espectáculo acercarse a un mercado como éste y disfrutar con la actividad frenética que se desarrolla en su interior, todavía lo es más cuando se celebran actos de este tipo, a los que suelen acudir “moscas” (permítase la expresión) atraídas por olores y sonidos que, por otra parte, tienen ese objetivo: atraer a muchas “moscas”. Pero también pudimos ver entre el respetable a cocinillas más o menos aficionados realmente interesados en el trabajo que estaban realizando los cocineros participantes. En esta ocasión, Miguel Mosteiro, Alfonso Rial y Luis Feijóo.
Los chefs emplearon como base de sus preparaciones dos pescados recogidos directamente de los puestos de la Plaza –la sardina y el jurel- y la vieira eviscerada en la vecina localidad de Cambados y disponible congelada todo el año. Hasta ahí no hay problemas. Los inconvenientes llegan cuando los cocineros emplean sustancias que no están al alcance de cualquiera. Por ejemplo, para la receta de jurel, los cocineros utilizaron un airbag de patata que no suele encontrarse en el supermercado. Y es ahí, en el diálogo que esto suscita entre el cocinero y el público, donde radica el éxito de este tipo de iniciativas. Que la demostración sea algo más que eso y realmente aporte información útil para el oyente. En el caso que nos ocupa, Miguel Mosteiro demostró sus tablas aconsejando al público sustituir el airbag de patata por maíz frito y almendra o por cereales de desayuno sin azúcar.
Por cierto, el tal jurel rebozado en un airbag de patata sobre una crema de guisantes estaba para chuparse los dedos.
En esta misma línea, la Diputación de Lugo impulsa una serie de talleres de Cocina Autóctona, un proyecto que busca potenciar el consumo de los productos locales y que se inicia el próximo martes, 25 de junio. Hasta diciembre, diferentes chefs y maestros panaderos lucenses impartirán hasta nueve masterclasses en otras tantas localidades de la provincia, dirigidas a profesionales y estudiantes, pero también al público en general. Se espera, pues, que los contenidos vayan más allá de espumas, esferificaciones y deconstrucciones. Al menos, así parece al ver qué recetas se podrán aprender en el primer taller, que se celebrará en la Panadería Os Ancares de Cervantes. Serán una empanada, unos bollos preñados y un queique de frutos secos de la zona. Promete.
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